El impacto social de un complejo deportivo se extiende más allá de sus muros. Fomenta la participación cívica y el sentido de pertenencia a la comunidad, ya que suele ser un lugar donde se celebran eventos, competencias y actividades de voluntariado. Esto fortalece el tejido social y promueve valores como el trabajo en equipo, el respeto y la superación personal.